Aún si nunca me miras con amor,
quisiera estar a tu lado para siempre,
quisiera no haberte conocido en tales circunstancias,
ni me que conocieras como lo fue esa loca noche de pasión.
La algidez de la incertidumbre quema mis dedos,
imaginando escenarios en los que vuelves a por mí,
deliro en silencio, nunca podremos estar juntos nuevamente
y el amor duele como la herida abierta que jamás logré curar.
"Para siempre -me dije en soledad- hasta nunca amor mío"
fuiste tan profundo y fugaz
como lo son los momentos de felicidad.
La muerte a descubierto éstos, mis sentimientos,
los arrebata de mi ser y los tiñe de temor.
Aún cuando tus labios besan a los mios,
desearía que fuera con amor y no con falsa pasión,
me ahoga el solo hecho de no poder
hablarte de mis sentimientos y sufrir pegada
a tu cálido pecho y gritar en mi cabeza una y otra vez
que te quiero y quiero que sientas lo mismo por mí.
El amor duele y más aún,
cuando las esperanzas de que me ames
Yo, las haya destruído.
Quise tenerte y te perdí,
te pierdo, como se pierde el aire en mis manos,
nunca me sentiste, pero
el dolor de dejaste en mí,
apaña mi ser hasta dejarme sin aliento y
me vuelvo fea y sin ánimos de mí,
solo quisiera estar contigo siempre
y no puedo y lloro amargamente dentro de mi ser.
"Ver llorar a alguien es doloroso, pero lo es aún más,
cuando ves que, quien llora, esta sonriendo"
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