Oda a esa que sufre,
a esa que por las noches
ya no aguanta la presión
y decide que para liberar
su frustación debe cortarse,
hiriendo sus brazos,
dejando cicatrices imborrables
en nuestros corazones.
Oda a esa pequeña
de mejillas rosadas,
a esa que me supera,
que es más linda por su carisma
y que sufre con su almohada.
Oda a la que quedo sola
en esa compleja habitación,
en esa que en cuanto la cierras
queda en silencio, y te sumergue
en obscura soledad y malos recuerdos.
Oda a mi querida,
a ella que no sabe que hacer,,
que recibe llamadas de un idiota,
la que se mete en líos sola.
Oda a ella misma,
que sabe quien es,
que sabe cuanto la amo
y que aún así
no logra contentarse.
Oda a quien va por el camino que fui yo...
y que espero logre escapar.